lunes, 29 de marzo de 2010

Cómic negro y policiaco

(LOS PROBLEMAS SON MI NEGOCIO, CHANDLER, MOYER, CHARYN, LLOID, ROSE, ALCALÁ, NORMA Editorial)


Sentí no estar en las dos últimas tertulias. Ya me comentó Fito que Andrés os estuvo contando la historia de varios de los lugares en los que se desarrolla el argumento de la novela de M.C. MENDOZA, OTOÑO SANGRIENTO, Editada por Akrón. Os pareció evidente que Andrés conoce de maravilla la historia de Madrid de sus calles, plazas... Como os digo, lo siento, porque recuerdo que en una ocasión Enrique de Aguinaga, cuando todavía estaba en activo como Catedrático en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense y era (no sé si sigue siendo) Cronista de la Villa, también me contó los orígenes de la Ciudad Universitaria de Madrid y me resultó el tema casi apasionante.


El cómic que hoy os recomiendo adapta dos novelas de uno de los padres indiscutibles de la novela negra, Raymond Chandler. De este autor el mismo cómic hace una sintética biografía en un párrafo que merece la pena reproducir en parte, para que os animéis a leerlo.


"RAYMOND CHANDLER, uno de los autores más admirados del siglo XX, nació en Chicago en 1888 y se educó en Dulwich College, Inglaterra. Trabajó como poeta, profesor, crítico literario y contable. Durante la Primera Guerra Mundial sirvió en la R.A.F. En 1919 regresó a los Estados Unidos, donde se convirtió en director de diversas compañías petroleras independientes. Cuando la Gran Depresión puso punto final a sus negocios, se dedicó a la escritura. El primero de sus cuentos apareció en la revista Black Mask. Su primera novela de Philip Marlowe, El sueño eterno, se publicó en 1939....Murió en 1959".


Las dos novelas del cómic está bien adaptadas y la caracterización de la manera de ser del detective Philipe Marlowe es acertada. Me ha gustado más la primera, incluido el dibujo. Pero ya me diréis.

1 comentario:

Martín Cid dijo...

Saludos de nuevo, abuelocomiquero (y demás). Ya he visto que habéis tenido las más y las menos en el post pasado, de ahí que no saludase pero conste que lo leí (pero visto el asunto creí mejor no intervenir).
Desconocía el hecho de que Chandler hubiese dedicado sus días al "limpio" asunto del petróleo. Hay a veces escritores que te gustan y luego te enteras de algún desagradable asunto en su vida privada y te dejan de gustar. Me pasó con Jack London y espero que no me pase ahora con Chandler.

Como sé de buena tinta (lo leí en algún libro) que el abuelo comiquero es todo un experto en novela negra no me atrevo a decir más.
Un afectuoso saludo.