lunes, 23 de septiembre de 2013

EL JEFE

MARTINA COLE, EL JEFE, Ed. Alianza Editorial

Debemos agradecer a Criticus que nos haya descubierto a esta buena novelista, porque excepto Diego y creo recordar que algún otro, ninguno de los demás la conocíamos. Si bien, como digo, se trata de una buena novelista de género negro, el conjunto de estas cuatro novelas me parece rechazable por sus descripciones (aunque me haya saltado bastantes párrafos), de violencia y sexo, que son tan brutales, constantes y, con frecuencia, aberrantes, que remueven sentimientos y emosciones de repugnancia. Además, es cierto que en los paises, entre ellos España, existen delitos, asesinatos, homicidios, palizas, torturas, mafias, chantajes, extorsiones, policías y jueces corruptos, así como, violaciones, maltrato entre cónyuges y de padres a hijos y viceversa y estupros e incestos, prostitución y un largo etcétera. Pero si todos estos actos se reúnen en un barrio, o en un pueblecito o, como hace la autora, casi únicamente, en una familia, junto con resultar poco creíble, produce una atmófera, un ambiente que crea rechazo. Es cierto que existen en las novelas de esta autora expresiones de perdón y de amor familiar y hacia los niños, si bien un tanto sui generis. En fin, me he alargado más de lo que queréis. Termino diciendo que de las cuatro novelas, ésta última es la que más me ha gustado. pero, como en las otras, me he saltado bastantes párrafos.

domingo, 1 de septiembre de 2013

MÁS CERCA

MARTINA COLE, MÁS CERCA, Alianza Editorial, 2013.

Como en las dos anteriores novelas de esta autora, la violencia y el sexo están omnipresentes. Algunas escenas de sexo me parece que rozan la pornograafía, pero no lo puedo afirmar, porque me he saltado esos párrafos, lo mismo que aquéllos que daban la impresión que iban a describir una tortura. Igual que en las otras ciertas manifestaciones sexuales son castigadas con brutalidad y el machismo está muy mitigado- Sigue el amor a la familia, especialmente a los niños. No termina, como la anterior en un a modo de cuento de hadas, puesto que en su final introduce una manifestación de odio, que no por merecida, resulta menos estremecedora, y el provenir del representante maculino más importante de la familia queda, en alguna medida, abierto. En todo caso, la novela, con los importantes desaciertos señalados, se lee con verdadero interés.