lunes, 21 de febrero de 2011

NOVELA NEGRA





La conocida crítica literaria Julia Escobar, considera que las novelas de la saga del detective Ohayon corresponden a novela policíaca. Ciertamente, el detective es bastante característico de este tipo de novelas, pero quizá resulte más adecuado incluir esta saga en el género negro.

Aunque ya hemos hablado bastante sobre la vida de Gur, os reproduzco un párrafo del artículo de Julia Escobar, titulado, La obra truncada de Batya Gur, que no sólo da noticia de su muerte, sino que sintetiza lo que esta muerte significa.

Como ya comentamos, Batya Gur nació a mediados del siglo pasado en Tel Aviv, y era descendiente de supervivientes del Holocausto. “A finales de mayo moría en Jerusalén la escritora Batya Gur, víctima al parecer de un cáncer. Tenía tan sólo 57 años. Con su muerte se ha truncado una carrera que no podía ser más brillante. Gur, en dos décadas de asiduo trabajo, se había convertido en una autora de éxito traducida a multitud de idiomas; sus libros figuraban siempre en la lista de las mejores novelas policíacas de la New York Times Review.” (http://libros.libertaddigital.com/la-obra-truncada-de-batya-gur-1276230270.html).

Un sabio de la novela negra, Federico Jiménez Losantos, considera, en efecto, que las novelas del detective Ohayon se encuadran dentro de la novela negra.
Os reproduzco dos de los párrafos de un artículo suyo, muy recomendable, con los que estoy en completo acuerdo:

“¡Queríamos tanto a Batya! Sólo con las cinco novelas del detective Ohayon se había convertido en una referencia mundial de calidad en la novela negra. Su personaje era una extraña mixtura de Dalgliesh, Wallander y Rebus, pero resultaba menos opaco que la criatura de PD James, menos desorganizado y marginal que Rebus y no tan socialdemócrata como el atormentado detective de Mankell.
“¿Pero por qué? ¿Qué tenía de especial la obra de Batya Gur? ¿Qué la hacía distinta, no sólo por el ámbito geográfico, social y político donde suceden los crímenes, sino por la forma en que se cuentan? Creo, o más bien intuyo, que la clave está en esa obra magistral, Asesinato en el kibbutz, la obra que hay que leer en primer o último lugar (mejor al principio) de la saga de Ohayon. Hay en ese deambular del detective por el pasado y el presente de los sospechosos, tan cerca siempre de las víctimas, los dos elementos propios de la novela negra actual, con los que tanto se identifica la autora: la inseguridad con respecto a sí mismo y la seguridad en la existencia implacable del mal.” (http://libros.libertaddigital.com/la-estrella-fugaz-de-la-novela-negra-1276230453.html).

Lo que me ha sorprendido de Asesinato en el kibbutz, es que, hasta ahora, el lector conocía lo que conocía Ohayon; pero en esta novela, de pronto, Ohayon descubre la persona que asesina, porqué va a asesinar a otra y su móvil, y todo ello lo revela en una línea y media (p. 371). Que conste que a pesar de su brevedad la explicación convence.

La descripción que hace Gur del ambiente kibbutz y su evolución es magistral y la caracterización de los personajes que lo integran es de una sorprendente penetración psicológica. Por lo demás, la acción se desarrolla, como en las otras novelas, en un ambiente cerrado y la intriga mantiene su creciente interés hasta el final. Yo he disfrutado mucho leyéndola y me ha enriquecido culturalmente.

En fin, esta novela, que os recomiendo a todos, pienso que, por su ideología, al que más va a gustar es a Chemari, que supongo que ya estará en Chile, pero que se podrá hacer con la novela.

sábado, 5 de febrero de 2011

NOVELA NEGRA



Como a todos nos gustó LA PRINCESA DE HIELO os recomiendo ésta de la misma autora.

Está muy bien ambientada, aunque he echado de menos, por ejemplo, la descripción de alguna tienda de comida o de ropa, porque, alguna vez, aislada, los personajes parece que flotan, pero, insito, está excelentemente ambientada, si bien le falta algo de lo que se ocupan frecuentemente las "damas del crimen", esto es, de las aficiones culinarias de sus protagonistas. En este sentido, sería interesante dejar constancia de esas aficiones culinarias desde Poirot a Brunetti.

Los personajes son sólidos, creíbles, llenos de matices, acertadamente caracterizados, si bien , al menos en una ocasión, se nota que es una mujer la que escribe, porque la reacción del marido para agradar a su mujer es lo que a una mujer le gustaría, pero difícilmente el personaje en cuestión se podría dar cuenta.

La técnica narrativa y la intriga sólo merecen elogios; cuesta, de verdad, interrumpir su lectura.

LOS GRITOS DEL PASADO me ha gustado más que LA PRINCESA DE HIELO.

En fin, ya me comentaréis.