lunes, 31 de enero de 2011

EL FIN DE LA TERTULIA

A la tertulia sólo acudimos José Manuel y yo. Me dijo José Manuel, que os había preguntado y todos aceptásteis, con verdadero agrado, que Adela y Charo se incorporaran a nuestra tertulia.

Esta tertulia era, quizá, la más importante que hemos tenido, porque, entre otras cosas, decidíamos el sitio donde nos íbamos a reunir y la hora que conviniese a Charo y Adela; pero, como digo, sólo asistimos dos.

Es cierto que, Andrés, como ya sabemos, está en Sevilla cuidando a su padre que desgraciadamente, empeora. A Chemari se le ha muerto su suegro y se va a Chile a hacerse cargo de las tierras o empresas que allí tiene el padre de su mujer, que es hija única. De Pedro ya conocíamos que estaba pendiente de destino y, en efecto, aunque no es oficial, ya sabe su destino y es fuera de Madrid. A Roberto lo han prejubilado y se vuelve a su Cádiz natal. Oscar tiene gripe y el propio José Manuel, ante los fríos madrileños, se vuelve a Marruecos o a Tánger con su hermano, si bien, no con carácter definitivo.

En fin, como todos, sin excepción, habéis dicho que seguiréis leyendo, sin falta, este blog, continuaré con él.

Siento mucho que, al menos de momento, se suprima la tertulia, pero la podemos seguir, en parte, con los comentarios que me escribáis en el blog.

jueves, 13 de enero de 2011

RIÑA DE GATOS


Recuerdo que en una de nuestras primeras tertulias salió el nombre de Eduardo Mendoza. Todos, o casi todos, habíamos leído novelas suyas y los comentarios fueron muy elogiosos. En este sentido, supongo que ya algunos de vosotros habréis leído esta novela y a los que no lo hayan hecho se la recomiendo, aunque me guardo mi valoración para la tertulia.

Lo que sí os pido es que , cuando la comentemos, dejemos aparte los temas políticos y religiosos. Chemari, porque Mao le cae a la derecha; a Roberto porque Blas Piñar le cae a la izquierda y a Manolo, porque aun cuando todos los personajes están tratados con objetividad, lo que no impide la simpatía o la admiración de alguno, porque también es objetiva, lo cierto es, que el sacerdote reúne todo lo malo, no hay nada bueno en él.

Acordáos que la única vez que hablamos de estos temas en la tertulia nos distanciamos.

Cuando nos convoque José Manuel, tenemos que fijar el sitio de reunión, puesto que ya no contamos con la casa de Fito, la admisión de Charo y Adela y fijar otro día y otra hora que sean compatibles con el trabajo de las nuevas admitidas, para lo cual habrá que llamarlas y preguntarlas. De esto último, lo mejor es que se encargue Oscar, que tiene un envidiable don de gentes, especialmente femenino.